Marie se enfrenta al rey hegemónico del ajedrez y en las primeras partidas la joven está siendo derrotada de manera fulminante por el jugador ruso. Durante el torneo, en un lugar clandestino, un ejecutivo que trabaja para Organización Mundial del Antidopaje le hará una atractiva propuesta a la jugadora francesa para poder mejorar su juego y, de esta manera, proclamarse la nueva campeona del mundo. Lo que ella desconoce es que el elegante y persuasivo hombre personaliza algo más que una organización ya que representa y simboliza al mismísimo infierno.